la actual plaza de Sant Pere
—en la que se ubica el edificio construido en 1911 como mercado permanente— ha sido históricamente el centro de actividad del casco urbano de Sant Cugat. es lugar de confluencia de los antiguos caminos de Terrassa y Sabadell e inicio de la calle Mayor que conduce al monasterio. a pesar de esta condición de centralidad, las sucesivas extensiones del municipio y la reciente pacificación del eje que une el monasterio con la estación de los ferrocarriles han desplazado la actividad comercial y de paseo hacia esta vía, que cuenta con una topografía más favorable y una mejor accesibilidad.
en este contexto, la plaza y el mercado de Pere San han ido perdiendo peso progresivamente, hasta el punto de que ya no se reemplazan los puestos que quedan desocupados. la reflexión sobre la capacidad de reactivación del mercado que plantea l’Ayuntamiento al taller D debe considerar necesariamente el potencial del propio edificio conjuntamente con el de la plaza, las calles que confluyen y las fincas de su entorno más inmediato, como garantía para la viabilidad de la operación.
se propone revisar y actualizar un programa vinculado al comercio de pequeña escala que cuente con los espacios del actual mercado, la plaza y las calles de su entorno y las plantas bajas de las edificaciones vecinas, incorporando la carga y descarga de mercancías y resolviendo la accesibilidad al ámbito.
como base de la transformación, las posibles soluciones se abordarán en base a la venta de alimentos frescos y de calidad, vinculada a una cierta presencia de puntos de restauración que se nutra de los productos del propio mercado considerando, si hace falta, el apoyo de otros formatos de comercio (como la venta de productos complementarios o el mercado semanal) que favorezcan la recuperación de la actividad mediante el reconocimiento crítico de las pautas de consumo actuales. el objetivo final es desarrollar un modelo de transformación que permita reactivar el mercado y su entorno y sirva como catalizador de la futura revitalización del casco antiguo de Sant Cugat; un propósito mucho más ambicioso que la simple actualización del equipamiento actual.
para hacer posible este objetivo, el taller parte de las edificaciones y espacios urbanos existentes, modificando sus posibilidades de uso a partir del análisis de su estructura formal y de la capacidad de adaptación en el tiempo, de acuerdo con los contenidos del taller D.
es de gran importància entender que una operación de esta naturaleza no puede ser ajena al proceso necesario para transformar el lugar, hasta el punto de que las decisiones de proyecto no pueden hacer referencia exclusivamente a un hipotético estado final de la intervención sino, especialmente, al proceso necesario para modificar las condiciones del ámbito como parte intrínseca de la viabilidad de la propuesta. en concreto, se pide que la actividad se mantenga durante todo el proceso de transformación, considerando como tal las paradas del mercado, los comercios de las plantas bajas y el mercado semanal, al margen de las necesidades de los propios residentes.
la organización de un mercado es el resultado de la interacción de varias actividades simultáneas o decaladas en el tiempo: la accesibilidad de los compradores
—en vehículo o a pie—, la carga y descarga de los proveedores, las necesidades de abastecimiento y almacenaje de los puestos según el tipo de productos, la posible temporalidad de algunos puestos o acontecimientos singulares, la actividad de limpieza, etc. en este mercado, el planteamiento de algunas de estas actividades puede superar con facilidad el perímetro del edificio actual y buscar soluciones que impliquen, de diversa manera, el entorno inmediato. probablemente, la carga y descarga, por su intensidad, y la accesibilidad en vehículo privado, en un municipio tan disperso como Sant Cugat, son las más relevantes.
en cada caso será necesario entender en profundidad las demandas reales a cubrir y su lógica a fin de ajustar las soluciones a las posibilidades y limitaciones reales que resulten de trabajar en un entorno tan consolidado. a modo de ejemplo, el acceso en vehículo privado no debe conducir necesariamente a la construcción de un aparcamiento subterráneo, por lo que toma una gran importancia la correcta comprensión y delimitación del ámbito de trabajo.
el taller propone que la reactivación del mercado y su ámbito de influencia se realice principalmente en base a un 70% de puestos de alimentos frescos, en simbiosis con otras ofertas de productos y servicios, como la restauración. para determinar el formato óptimo de unas y otras, sera preciso definir detalladamente cuál es la naturaleza de los productos y servicios, y tener presente que deberán competir con la oferta actual del municipio.
el grado de definición de cada actividad puede ser variable, pero como requisitos mínimos se deberá establecer el ámbito definitivo, la estrategia general de la operación y las actuaciones concretas –las provisionales y las definitivas–, desarrollando hasta la resolución técnica todas aquéllas vinculadas directamente a la actividad comercial.
condiciones del suelo y la edificación
superficie indicativa del ámbito: 5.640 m2
superficie actual del mercado: 1.160 m2
superficie de espacio público: 1.780 m2
techo comercial máximo recomendado: 2.000 m2, del cual:
70% d’alimentos frescos.
30% de restauración vinculada.
techo máximo d’otras programas comerciales: 500 m2
superficies de carga y descarga / accesibilidad a determinar.
programa de la edificación
el taller se plantea como una posible fórmula para la reactivación del ámbito del mercado de Pere San, propuesta desde el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès para dar solución a un problema real. de los muchos puntos de vista factibles, el trabajo opta por el encaje de un programa de comercio de productos frescos como vehiculador de las propuestas, replanteando el formato o formatos que permitan hacer viable el mercado y extendiendo el ámbito de actuación al espacio público de la plaza de Sant Pere y a las plantas bajas de las fincas de titularidad privada, entendiendo cuál o cuáles son las modalidades de actuación realizables en cada caso.
el punto de partida es un ámbito que incluye el mercado actual, el espacio público de la plaza y el 100% de las plantas bajas que tienen acceso, incluyendo la primera finca de cada calle. será cada estudiante quien determine la necesidad de modificar este ámbito en función de la propuesta. además de una reflexión sobre las necesidades y demandas de los programas de mercado, restauración y otras, se pide a los estudiantes que incluyan el programa de mercado semanal al exterior y que consideren las servidumbres que se puedan derivar de usar el edificio actual como nueva conexión urbana que refuerce los flujos de peatones del ámbito.
a partir del trabajo realizado en la primera entrega, se podrán hacer ajustes en el programa, de manera consensuada para todo el taller.
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