4 de gener del 2015

repensar el espacio de trabajo

oficinas sin despachos ni papeles
con espacios abiertos y sin puestos asignados


en este artículo de El País se argumenta la validez de los (ya no tan) nuevos espacios de trabajo que tienen como referente los modelos de oficina abierta y diversa de Google o Facebook. diversos conceptos como coworking o hotdesking inciden sobre la concepción "tradicional" de la oficina que, según la articulista, tiene los días contados. hay que tener presente, no obstante, que no todos los trabajos ni todos los trabajadores encajan en el perfil homogéneo que traza el artículo. toda simplificación es necesariamente reductiva.
Sandra López, El País, 3 enero 2015 (con imágenes de diversa procedencia)

Una oficina 'paisaje' como paradigma del control absoluto en El Apartamento, de Billy Wilder, 1960

La oficina tradicional del siglo XX tiene los días contados. No es rentable, es insostenible y crea empleados insatisfechos. El nuevo modelo que se está implantando en el mundo está muy lejos de esa idea jerárquica según la cual el que manda tiene el despacho más grande.

Cambian las culturas empresariales, más abiertas y horizontales. Le toca mover ficha a las oficinas y sus dirigentes. Para empezar, porque "el 40% de los puestos están vacíos durante la mayor parte de la jornada laboral, mientras las áreas de reunión están saturadas", dice Martín López, director comercial de Ofita, empresa española de diseño y mobiliario para oficinas.

La asignación tradicional de un trabajador, un puesto está caduca. "Pasamos de sentarnos en el mismo puesto a una forma de trabajar autónoma en cuanto a espacio y tiempo, en la que priman los resultados por encima del control y la presencia en la oficina", apunta López.

El cubículo como caricatura de la arquitectura laboral en Playtime, de Jacques Tati, 1967

Una ineficiencia que están pagando de su bolsillo los empresarios. En España el 80% de las oficinas todavía son tradicionales, algo que cambiará en los próximos cinco años, señala Francisco Vázquez, presidente del Grupo 3g office, multinacional de consultoría y gestión de espacios corporativos.

En un centro flexible se manejan ratios de 10 metros por empleado, frente a los 15 de uno clásico. Se necesita más espacio para el mismo número de personas, más renta, mantenimiento y consumos, lo que a todas luces es poco sostenible.

Lo es porque hoy cualquier cafetería o parque es un potencial espacio de trabajo. "En un sistema flexible es decisión del empleado si viene o no a la oficina y qué horario realiza, siempre en función de su agenda y responsabilidades. Cada individuo elije dónde y cómo trabajar; llevamos la oficina a cuestas", dice Vázquez, quien compara la nueva oficina con el bar de la universidad. Así, el teletrabajo se hace imprescindible en estos centros elásticos. "Los empleados están demandando una conciliación de vida personal y laboral real y eficaz", indica Fernando Carneros.

Nuevas oficinas de Google en Amsterdam

Con estas premisas parte la oficina flexible, donde el número de despachos disminuye un 60%, las mesas no tienen dueño y están libres de papeles. Este planteamiento requiere entre un 15% y un 30% menos de inversión que el tradicional, calcula Alfonso de las Peñas, director de Operaciones de Tétris, división de arquitectura de Jones Lang LaSalle (JLL). Ocho de cada diez proyectos realizados en 2014 por esta consultora destierran la estructura jerárquica y piramidal para dar valor al coworking (flexibilidad para trabajar en un espacio con gente de otros perfiles) y al hotdesking (cambiar de puesto).

Sala de coworking de Maio, Barcelona, en cuya mesa se reúnen disciplinas diversas y complementarias que dan sentido al trabajo en común

Espacios abiertos, junto con salas para el trabajo en equipo, phone box o cabinas para videoconferencias, enclaves de concentración, espacios para el retiro personal...Y áreas de juegos, cafeterías, zonas verdes interiores (con árboles o huertos), gimnasios, ambientes de relajación e incluso DJs. Este podría ser el ADN de las oficinas flexibles, capaces de incrementar en más de un 20% la productividad.

Espacio de coworking en Mob, Barcelona

También mejoran la salud y el bienestar. Mala noticia para los españoles, que están entre los más insatisfechos con su entorno de trabajo, según la multinacional Steelcase, especializada en muebles de oficina para espacios de trabajo.

Una hamaca o una mesa de billar son lugares más que adecuados para celebrar una reunión informal. Es la filosofía que sigue Google en Madrid. En las plantas 16 y 17 de la Torre Picasso hay islas con puff y sofás donde los 150 empleados pueden reunirse en torno a un café, ya que siempre tienen a mano un coffee corner, puestos donde pueden servirse comida y bebida gratis, comenta Javier Martín, responsable de Recursos Humanos para España, Portugal, Turquía, Medio Oriente y Norte de África. Las reuniones se quitan el corsé y se trasladan al comedor, un espacio multifuncional, donde "se tiene la primera reunión del día mientras desayunas". Hay un único despacho, el del director general, que se transforma en una sala de reuniones cuando está vacío, dice Martín, asiduo a los phone box para realizar videoconferencias. En una partida de billar, futbolín o tenis de mesa también se pueden tener reuniones informales o simplemente desconectar. Hay masajista, servicio de manicura y pedicura, así como talleres de comida japonesa y de pan.

En la misma línea están las oficinas de Red Bull en Londres, donde la recepción se convierte en bar por la noche; y las de Facebook en Palo Alto (California), donde hay pista de patinaje, cuentan en JLL, que estrena sede corporativa en el madrileño Paseo de la Castellana. Zonas abiertas sin distinciones entre empleados alternan con espacios para reuniones formales, informales, quick meetings,brainstormings, incluso una cocina-comedor polivalente. En la planta baja hay bicicletas eléctricas para los trabajadores.

Las grandes multinacionales (Cepsa, BBVA...), son cabeza de pelotón. La remodelación de la sede madrileña de Microsoft, diseñada por 3g office, ha seguido el programa Workplace Advantage de la compañía, que se basa en la libertad de sus empleados para trabajar en cualquier puesto dentro de la oficina o fuera de ella. En el edificio del Parque Empresarial de la Finca (Pozuelo de Alarcón) el ahorro en puestos tradicionales permitió acondicionar una nueva zona de clientes, liberar 3.000 de los 9.000 metros y cubrir las necesidades de espacios de colaboración, concentración y reunión, dice Carneros.

Oficinas de Facebook en Palo Alto, California, y de Red Bull en Londres

El Campus Repsol, en la calle Méndez Álvaro de Madrid, destaca porque los edificios están conectados por pasarelas. Un planteamiento del arquitecto Rafael de la Hoz para facilitar la comunicación entre sus casi 4.000 trabajadores. Hay 300 salas para reuniones y un jardín central. También, vestuarios para los que salen a correr por los alrededores del campus, a unos 100 metros del parque Tierno Galván.

Cualquier lugar es bueno para trabajar

La oficina de hoy no se parecerá en nada a la de 2020. Será un lugar de reuniones, ya sea en persona o por videotecnologías. La comunicación será audiovisual y ganará terreno el vídeo sobre el correo electrónico, mientras que el trabajo desde casa tendrá una aceptación cultural cada vez mayor. Las nuevas tecnologías están generando una revolución que modificará definitivamente el mundo del trabajo y los negocios. "El nuevo concepto no solo implica la posibilidad de hacer móvil la oficina, sino que el trabajo está más orientado a metas, sin horarios fijos, dotando a los empleados de la libertad para administrar su tiempo personal y laboral de una forma más flexible: en un momento pueden estar trabajando y, al minuto siguiente, en el cine con su hijo", apunta Fernando Carneros, Real Estate & Facilities Manager de Microsoft España, Portugal e Italia. Los expertos de Ofita ven la oficina de dentro de 10 años marcada por la evolución tecnológica, pero también más humana y orientada al trabajador para que se sienta como en casa. Además, "se eliminará el work-face, o lo que es lo mismo, pagar a un empleado por su tiempo, en detrimento de pagar por resultados".

En la próxima generación de oficinas estar sentado ocho horas en un puesto de trabajo estará en extinción y las reuniones, como ya empieza a suceder, se harán en los pasillos, comedores o sentados sobre una bicicleta. En la medida de lo posible se irán eliminando los puestos fijos, porque lo que importa son los resultados, explica Alfonso de las Peñas, director de Operaciones de Tétris. Aunque, "en España aún hay mucho por hacer para abrir la oficina al mundo", dice Francisco Vázquez, presidente del Grupo 3g office.


(vía El País)

21 de desembre del 2014

urbanismo precario

"No lo llaméis urbanismo emergente, llamadlo urbanismo precario"
Ramon Marrades, La ciutat construïda, El Diario de la Comunitat Valenciana
12 diciembre 2014

Urbanismo precario / Ramon Marrades

Las razones son múltiples: la eterna crisis, la esclerosis del planeamiento urbano, la reconfiguración del mercado de trabajo, la reacción democrática de la ciudadanía ante unas instituciones disfuncionales. Las ciudades vuelven a ser lo que siempre han sido, el epicentro de las transformaciones políticas y las innovaciones sociales.

Con un fuerte componente generacional, protagonizadas, entre otros, por aquellos ya-no-tan-jóvenes excluidos de los sistemas de toma de decisiones, aparecen iniciativas urbanas que buscan llenar huecos que la administración deja vacíos y mejorar las ciudades con el derecho percibido de hacerlo. Urbanismo tácticourbanismo punk, urbanismo emergente o urbanismo participativo. Muchas de esas prácticas recuperan el carácter multidisciplinar del urbanismo, olvidado prácticamente desde los años ochenta. Devuelven un rol central al ciudadano, como usuario de la ciudad, para quien la capacidad técnica debe ser un servicio. No es mi intención infravalorar esos procesos, los que escribimos en este blog y los integrantes de nuestras redes de trabajo somos parte activa de ellos, pero me parece importante hacer tres matizaciones.

En primer lugar, no estamos inventando nada nuevo. En los cincuenta y sesenta, el ensayo ‘Non-plan’ de Peter Hall et al. (1969), las lúcidas interpretaciones sobre el funcionamiento de las ciudades de Jane Jacobs (1961), la reflexión sobre la importancia de los espacios y la esfera pública de Hannah Arendt (1958) y Jurgen Habermas (1962), el advocacy planning de Paul Davidoff (1965) que bien explican Marc Martí y Albert Arias en la Trama Urbana y un etcétera infinito de pensamiento, han coincidido en detectar la importancia del espacio compartido, la relevancia política de la ciudad y la centralidad de sus habitantes. Todo ello unido al diagnóstico de que la planificación urbana ha ido produciendo, con el paso de los años, entornos menos habitables a medida que se iban incrementando los conocimientos técnicos. Por eso es urgente volver a los maestros y cuestionarlos, explicar y entender por qué cuando los diagnósticos están sobre la mesa, las administraciones y los técnicos siguen (seguimos) cometiendo los mismos errores década tras década.

En segundo lugar, si queremos transformar las ciudades en profundidad no podemos seguir refugiándonos en conceptos nicho y actitudes puristas, en apuestas altermundistas que no definen cuál es la alternativa. Estamos cansados de oír anunciar el cambio de paradigma cuando no se sabe muy bien que hay después. Me parece urgente abandonar la vocación underground y expresarnos con terminologías y diagnósticos accesibles. ¿No es el ciudadano el principal protagonista del urbanismo?

En tercer lugar, no podemos esperar que mejoras urbanas tácticas y transitorias solucionen los problemas importantes de nuestras ciudades. Al final, le estamos haciendo el juego a un estado sumergido que abre grietas donde entretenernos; dejando las habitaciones oscuras y los pasillos libres, otra vez y como siempre, para negocios más lucrativos, para que funcionen como vasos comunicantes entre poderes. Podemos distraernos activando solares con cuatro duros, mientras se redefine, a expensas de nuestras iniciativas espontáneas, la estructura productiva de nuestras ciudades. No es urbanismo táctico, es urbanismo precario; una solución efímera, un parche. Un parche del que podemos aprender mucho, sin duda con un valor transformador inmenso, pero un parche al fin y al cabo. Un divertimento mientras se toman las decisiones importantes a nuestras espaldas.

No nos queda otra que subir de escala, recuperar la política, no sólo para que ese nuevo urbanismo punk, emergente, participativo y transformador sea una actividad de futuro, también para no cometer los errores del pasado, para hacer factible aquello que llevamos medio siglo predicando.
Ramon Marrades es economista urbano y emprendedor social. Es investigador en Econcult, la Unidad de Investigacion en Economía de la Cultura de la Universidad de Valencia, y miembro fundador de la plataforma internacional de jóvenes urbanistas Urbego. Su trabajo, que le ha llevado a una decena de países, se encuentra en la intersección entre la economía y la planificación urbana en forma de investigación, formación, emprendimiento y consultoría.

14 de desembre del 2014

rehabitar el viaducto de Girona (II)

propuesta para reintegrar la infraestructura a la ciudad
Chiara Signoroni y Manuela Scotti, Tesi di Laurea (proyecto final de carrera)
Politecnico di Milano, POLIMI
13 diciembre 2014, vía Plataforma Arquitectura
Despiece. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

La discusión sobre el futuro de los espacios urbanos situados bajo el viaducto del tren en la ciudad de Girona se planteó ya en un workshop organizado por la Universitat de Girona con el título Rehabitar el Viaducto, durante el mes de septiembre de 2011. Este debate produjo resultados muy sugerentes gracias al trabajo desarrollado por algunos miembros del Grupo de Investigación Habitar y Sílvia Musquera, como coordinadores de uno de los equipos, juntamente con los profesores júnior Arnau Arboix, Adrià Bofarull y Neus Rico. 

Aquella experiencia produjo un renovado interés por este episodio urbano, hasta el punto que ahora vuelve, sobre las bases planteadas en aquel workshop, de la mano de dos arquitectas italianas como proyecto final de carrera, publicado en Plataforma Arquitectura, tal como se describe a continuación.

................................................................................................................

"Si le tomamos el pulso a las principales discusiones sobre ciudad e infraestructura, los supuestos idealizados de progreso y desarrollo que arribaron, por ejemplo, junto a la llegada del tren, ahora son matizadas por una visión que reconoce y asume las consecuencias de la infraestructura de transporte en la transformación de las ciudades en los últimos años.

En el caso de Girona, a grandes rasgos la línea férrea ha moldeado su morfología urbana y ha marcado una desconexión perceptual con su contexto inmediato, tal como advierten las ahora arquitectas Chiara Signoroni y Manuela Scotti, en su proyecto final de carrera (Politécnico de Milán) sobre el viaducto de Girona, ya presentado públicamente al Ayuntamiento de Girona y a la sede del Colegio de Arquitectos de Catalunya.

"Invertir la relación entre infraestructura y sus alrededores es remendar el tejido urbano a través de un diálogo entre espacio público, contexto y ciudadanía", señalan las autoras.

Emplazamiento. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

Según las autoras: ciudad e infraestructura tienen desde siempre una relación de amor y odio. Con el ferrocarril en el siglo XIX se abre un tema complejo, debido a las diferencias entre lógica ferroviaria y planificación de la ciudad. En el siglo XIX, el tren -inicialmente considerado un símbolo de desarrollo- circunscribe el crecimiento urbano porque los espacios que rodean a la ciudad son lugares de tensiones sociales y territoriales. Mientras en el siglo XX, el Tren de Alta Velocidad (AVE) encarna la imagen de progreso, representando una oportunidad para el desarrollo de la ciudad.

Utilización del espacio. Chiara Signoroni y Manuela Scotti
En Girona, la línea del ferrocarril ha dado forma a la morfología urbana, y su huella sigue siendo legible. La ciudad ve la llegada del tren cómo la posibilidad de destacarse en una perspectiva más amplia. A 100 km de Barcelona, 60 km de la frontera francesa y 40 km de la Costa Brava, su posición nodal hace que sea importante centro de comercio en el territorio. Los eventos que afectan el tren han dejado una gran infraestructura a Girona: el viaducto del ferrocarril, que cruza la ciudad y la divide segundo el eje norte-sur. Con la llegada del AVE se considera la posibilidad de derribar la infraestructura y devolver a la ciudad su espacio público con la creación de un pasillo subterráneo para AVE y tren convencional.
Planta detalle. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

En el debate sobre el futuro de la infraestructura (que con la crisis actual no puede ser desmantelada), pocas propuestas miran debajo del viaducto. Los políticos lo ven como un elemento que hace daño al espacio público. La condición “de bajo”, denota sus márgenes y justifica su deterioro. Por otro lado, a ciudadanía vive estos espacios como una barrera psicológica, no a causa del viaducto mismo, sino del uso anacrónico que se hace.
Espacio de arte. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

Invertir la relación entre infraestructura y sus alrededores podría ser la manera de salir de estos debates y reapropiarse de los espacios públicos. Es remendar el tejido urbano a través de un diálogo entre espacio público, contexto y ciudadanía, planeando un lugar agradable, versátil, funcional y de integración.
Espacio comercial. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

El problema de diseño es muy complejo porque cada detalle -en particular dentro de un espacio público- modifica la percepción del espacio. La calidad arquitectónica se convierte en un catalizador de la atención y lleva a revivir las zonas urbanas a veces olvidadas o degradadas.

Detalles. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

El proyecto se constituye de dos niveles de intervención, igualmente importantes, que sólo juntos realmente pueden reurbanizar la zona en cuestión: el primer nivel es el conjunto de diseño arquitectónico a través del cual se han rediseñado los espacios, las carreteras, los materiales y la utilización que las personas hacen o que podrían hacer de estos espacios.

Acciones. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

Mientras tanto, el segundo nivel es el elemento artístico que se inserta en estos lugares con un programa de eventos artísticos y culturales que afectan a la ciudadanía -tanto una empresa creativa como explotadora- de manera que la unión de las dos líneas de acción reclamará a la ciudad su espacio."
Espacio de juegos. Chiara Signoroni y Manuela Scotti

(ver también Rehabitar el Viaducto)

7 de desembre del 2014

l'incompiuto siciliano

L'incompiuto siciliano és una iniciativa que vol posar en valor les construccions inacabades que es troben a tota Itàlia, amb una especial intensitat a Sicília. La plataforma web es planteja com un observatori participatiu sobre el fenomen de les obres inconcluses a Itàlia. Els seguidors poden introduir i localitzar sobre la base de Google Maps les obres que coneguin. Falta una certa informació sobre algunes d'aquestes obres, però la imatge general és extraordinària. Com ells asseguren, són les veritables ruïnes modernes, un paradigma de l'arquitectura i l'obra civil italiana després de la segona guerra mundial.

Bambinopoli, parc "Chico Mendes" a Giarre (Catània), la capital siciliana de les obres inacabades

Aquí podeu llegir una traducció de la introducció al projecte, il·lustrada amb algunes de les imatges que formen el corpus de la plataforma web. A continuació, un resum del Manifest de l'Inacabat en el que posen les bases per a un canvi d'actitud respecte aquestes ruïnes modernes. No és gens fàcil trobar respostes a un panorama tan extens i divers d'obres a mig fer i abandonades des de fa temps (les més antigues, des dels anys 1950) a tot el país. Els autors propugnen acceptar-les com a part d'una nova manera d'entendre el paisatge. En qualsevol cas, ens hauria de fer pensar a nosaltres, que vivim en un altre país on, probablement, ens trobarem en una situació similar en poc temps.

"Una recerca sobre l'arquitectura inacabada ha de tractar la qüestió de les obres públiques inconcluses a Itàlia, indagant de manera interdisciplinària les relacions entre aquests edificis i el seu context, afirmant-ne el valor artístic i proposant una nova definició estilísitca. Veiem tot el "sistema nacional d'obres inacabades" catalogat durant prop de dos anys de recerca com a testimoni del context sociocultural actual que impregna la nostra vida diària i proposem la definició d'un estil que restitueixi la pluralitat de punts de vista.

Amb això volem demostrar que l'incompiuto siciliano no és només una etiqueta que defineixi de manera forçada un paquet heterogeni d'obres, sinó més aviat un model teòric veritable, capaç de reconèixer, identificar i, en certa mesura, predir la configuració una obra o d'un sistema d'obres inacabades existents o en procés de convertir-s'hi.

Estructura de la fàbrica de ciment de Sapri (Campània), iniciada el 1950 amb fons del pla Marshall
Monumento ai Mille a Marsala (Trapani), projectat el 1960, iniciat el 1986 i abandonat fins que el 2003 l'Ajuntament decideix acabar-lo sense que fins ara hagi canviat la situació

Les obres inacabades se'ns apareixen com a llocs de memòria col·lectiva encara per investigar, nascudes com ruïnes produïdes per un temps determinat; arquitectures que conformen el paisatge. La definició d'un estil arquitectònic propi permet identificar un model teòric de referència que permeti interpretar un fenomen present a tot el territori nacional i, en particular, al de Sicília, comú durant els anys 1970-80, però que és possible rastrejar des dels anys 50 fins ara; una eina per a interpretar la història recent italiana.

Centre Polifuncional a Giarre (Catània), iniciat el 1987 i proposat com a part del Parc Arqueològic de l'Inacabat
Teatre Consagra a Gibellina (Trapani), iniciat com a part de la reconstrucció de la ciutat després del terratrèmol de 1968

El projecte surt de l'idea de treballar primer en la percepció del fenomen en els mitjans de comunicació amb el propòsit de desenvolupar, a continuació, una intervenció directa en el territori. Atribuir a "l'inacabat" un significat artístic i arquitectònic implica una altra forma de llegir aquests llocs, útil per a una comprensió més àmplia i discutida de les relacions entre el territori i els que l'habiten.

Dic de Blufi (Palermo), iniciat el 1990 per abastir d'aigua una part de la Sicília central, sense avaluació prèvia de l'impacte ambiental 
Hospital a Agnone (Molise)

Les obres públiques inacabades són un patrimoni artístic-cultural i com a tal poden convertir-se en potencials promotors d'una economia local com succeeix en altres llocs històrics. Una resposta concreta a la sensació d'impotència que aquests llocs produeixen. El projecte d'un autèntic parc arqueològic, en col·laboració amb l'Ajuntament de Giarre [capital siciliana de les obres inacabades], vol ser el resultat concret d'una operació de construir un relat històric que revaloritzi el territori. L'impuls creatiu, el desig d'auto-celebració i la densitat cultural que han donat a conèixer al món Sicília i Itàlia, poden emergir en el projecte del Parc Arqueològic de l'Inacabat; una intervenció de desenvolupament sostenible del territori orientat a la promoció turística, reconeixent les obres inacabades com a recursos".

Camp de polo de Giarre (Catània), un dels pocs a Itàlia, amb tribunes per a 22.000 en una població de 20.000 habitants
Viaducte de Rivolo, Campo Basso (Molise)

Manifest de l'inacabat

1. L'incompiuto siciliano és el paradigma interpretatiu de l'arquitectura pública a Itàlia des de després de la guerra fins ara.
2. Les obres inacabades són ruïnes de la supermodernitat, monuments generats per l'entusiasme creatiu del liberalisme.
3. L'incompiuto siciliano s'insereix en el paisatge de manera incisiva i radical. El procés de creació de les obres públiques inconcluses celebra la conquesta del paisatge per l'home modern.
4. El postulat de l'incompiuto és l'execució parcial del projecte i es caracteritza pels canvis continus en el temps poden generar un nou impuls endavant.
5. La natura, per mitjà de la vegetació natural, dialoga sinestèticament amb les obres inacabades, reapropiant-se dels llocs i redefinint el paisatge.
6. Les obres inacabades tenen en el formigó armat seu material de construcció. Els colors de la superfície estan determinats per la degradació d'aquest material per a l'efecte del temps i dels agents naturals.
7. En  l'incompiuto siciliano, la tensió entre funció i forma es resol, en el sentit que la manca d'ús esdevé obra d'art.
8. L'incompiuto siciliano reensambla i reuneix llocs metafísics per a la contemplació del pensament i la imaginació.
9. L'incompiuto està basat en una ètica i una estètica pròpies.
10. L'incompiuto siciliano s'entén com a símbol del poder polític i de la sensibilitat artística.

(de la plataforma l'incompiuto siciliano i Alterazioni Video)
(veure també el documental Unfinished Italy)

17 de novembre del 2014

Detroit casa a casa

por David García para Yorokobu, 13 noviembre 2014
fotos de Michelle y Chris Gerard




"Cerró un banco. Buena noticia si eres enemigo del capitalismo y buena noticia para Lynne y Mike Savino, un matrimonio de Detroit que, años después del cierre, encontró en el local el lugar perfecto para moldear su vivienda. Dada la situación financiera en la que se halla la ciudad, algunas cosas solo pueden ocurrir en Detroit y en no muchos sitios más.

La progresiva decadencia que ha padecido la ciudad de Detroit en los últimos años ha dejado un importante catálogo de ruinas, estercoleros y rincones depresivos. El lugar que nos ocupa tenía todas las posibilidades ya que era, siendo benévolos, un buen puñado de porquería.





Su ahora propietaria, Lynne Savino, explica que el edificio llevaba ya varios años en venta. Los Savino, a la vez, vivían en una «casa grande y bonita» desde hacía trece años, pero aseguran que tenían planeado mudarse al centro de la ciudad más importante de Michigan para ocupar algún «espacio poco convencional».

10 de novembre del 2014

la metrópoli para quien la habita

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Sin embargo, apenas hay estudios sobre la influencia de un barrio en la calidad de vida de sus vecinos. Jan Gehl, arquitecto danés, es uno de los impulsores de un movimiento que busca aplicar el método científico al urbanismo y así diseñar ciudades más habitables. Además, dos proyectos españoles, en Madrid y Barcelona, estudian cómo repercute la organización urbana en la salud física y mental de los ciudadanos.


En algunas zonas de las grandes urbes, como Nueva a York, se tiende a una organización no apta para viandantes. Una generación de arquitectos, de la mano de las ciencias, quiere devolver las ciudades a las personas.

“Siento mucha pena por vosotros, los arquitectos, porque os comunicáis con vuestros dibujos en dos dimensiones y eso ha hecho que os obsesionéis con la forma”. Ante su auditorio, el ponente coge una jarra de cristal, la señala y dice: “Esto, por ejemplo, no es arquitectura, sino escultura. La arquitectura es la interacción entre la forma y la vida. Y solo si la interacción funciona, es buena arquitectura”.

Quien señala la jarra es Jan Gehl, arquitecto danés, durante su charla en el congreso científico ESOF celebrado en Copenhague en julio de 2014. Desde hace décadas Gehl se dedica a investigar y promover medidas para devolver las ciudades a la gente que las habita. Ciudades que albergan ya al 54% de la población mundial –y subiendo–, y que han sufrido un verdadero cambio de paradigma.

En 1971 Gehl publicó Life Between Buildings (La vida entre los edificios), un libro que se cita como uno de los referentes para la regeneración urbana. Justo diez años antes, apareció el que Gehl considera uno de sus favoritos: The Death and Life of Great American Cities (La vida y la muerte de las grandes ciudades americanas), escrito por Jane Jacobs, una periodista estadounidense que acababa de mudarse al Greenwich Village, en Nueva York.

Nueva York en lucha

El Village es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y su organización rompe la típica cuadrícula neoyorkina. Las autoridades propusieron construir una autopista que lo atravesara, desplazando a numerosos residentes y destruyendo parte de los edificios históricos. El libro y las movilizaciones de Jacobs y de los vecinos, en contra de la propuesta y a favor de orientar las calles hacia sus gentes, lograron frenar su construcción. Poco después, el Village sirvió de nicho a la generación beat y ahora es uno de los pulmones sociales de la ciudad.

“Los arquitectos influyen en la vida de la gente, pero esta se pregunta por qué no piensan en ella”, comenta Gehl. “La llegada del coche y la bajada de precios de la gasolina han traído una confusión de escalas. Antes había una arquitectura de 5 km/h, adecuada para la gente que paseaba. Ahora se tiende a una arquitectura de 60 km/h, con grandes carreteras y espacios no aptos para quien camina”.

Gehl cita ejemplos de mala arquitectura producidos por una mezcla entre la confusión de escalas y la obsesión por la forma. Uno de ellos es el nuevo proyecto de Frank Gehry que ha enfurecido a los vecinos del barrio neoyorquino de Brooklyn, el peculiar complejo de apartamentos B1. O el llamado por Gehl “síndrome Brasilia”, culpable de la construcción de ciudades para que sean atractivas cuando se observan... desde un avión.


Brasilia es un ejemplo de ciudad diseñada para ser vista desde un avión.

“Cuando se sobrevuela Brasilia la vista es magnífica. La ciudad entera reproduce la forma de un pájaro, pero a pie de calle es una ruina”, comenta Gehl. Los espacios sin sentido hacen que la gente tenga que “caminar sin parar para no llegar a ninguna parte”. Algo parecido a lo que está sucediendo en muchas ciudades de China o en Dubai, con sus formas geométricas solo apreciables desde el aire.

Otro ejemplo de mala arquitectura para Gehl es el del museo Guggenheim, en Bilbao. Preguntado al respecto, comenta a Sinc que “es demasiado cerrado respecto a la ciudad. Es un edificio introvertido”. Todo lo contrario que el de la ópera de Sydney, que “tiene espacios públicos al aire libre muy útiles” o la Federation Square, en Melbourne, que, a pesar de parecerse mucho al museo de Bilbao, es “brillantemente extrovertido”.

Federation Square, en Melbourne, un complejo "brillantemente extrovertido".

Investigación y recogida de datos para un mejor diseño de las ciudades

En las listas de las ciudades más habitables figuran Copenhague, Melbourne y Sydney. En las tres los planes de rehabilitación han sido orientados por Gehl. Comparten dos preceptos básicos: facilitar que sus habitantes paseen por sus calles y que se desplacen en bicicleta. Las ventajas son numerosas: por un lado, las ciudades adquieren una escala más humana porque aumentan los comercios a pie de calle, los servicios y los puntos de encuentro; por otro, se consiguen ciudades más sostenibles.

Además, al reducir la contaminación y, sobre todo, al aumentar el ejercicio físico que practican los ciudadanos, mejora la salud global. Con el aumento de la esperanza de vida, una mejora de la salud en la tercera edad disminuye los gastos asumidos por el Estado. En general, “que estos planes contribuyen a mejorar la economía es algo que ha sido documentado numerosas veces”, según Gehl.

Estas medidas deben estar planeadas y sus efectos han de revisarse. Gehl es muy crítico con gran parte de los arquitectos modernos, que “hacen un edificio espectacular, sacan una fotografía que será portada de todas las revistas y corren a construir el siguiente. No revisan si su acción mejora la vida de la gente. Solo se someten a una discusión ideológica: van de un ‘ismo’ a otro ‘ismo’ porque se consideran artistas”.